Los síntomas anímicos, incluyendo la depresión, la ansiedad y la apatía, son extraordinariamente comunes y complejos en la enfermedad de Parkinson. Su manejo requiere un enfoque integral que considere tanto los aspectos neurobiológicos de la propia enfermedad como el impacto de las terapias motoras. La experiencia clínica del panel con Safinamida ha revelado nuevas perspectivas para abordar estos síntomas, gracias a su perfil de acción multimodal que va más allá del sistema dopaminérgico.
Antes de la llegada de Safinamida, el manejo de los trastornos del ánimo se basaba en un arsenal de medicamentos dirigidos a síntomas específicos, con una fuerte dependencia de antidepresivos y ansiolíticos convencionales.
Durante la discusión, el panel señaló una creciente preocupación por el uso de pramipexol para la depresión, citando evidencia que sugiere una posible asociación con el desarrollo de apatía a futuro, lo que ha llevado a una reevaluación de su rol en este contexto.
Los expertos consideran el uso de Safinamida para síntomas anímicos en pacientes con fluctuaciones que no responden adecuadamente a los ISRS, o cuando se busca un enfoque terapéutico integral (dopaminérgico-glutamatérgico) que permita tratar múltiples síntomas con un solo medicamento, siguiendo el principio de optimización farmacológica.
Los beneficios observados por el panel incluyen:
Reducción en escalas de depresión: Se ha observado una mejora en casos de depresión leve a moderada.
Estabilidad anímica: Los pacientes experimentan una disminución de las fluctuaciones del estado de ánimo que a menudo están ligadas a los periodos "OFF".
Impacto en la calidad de vida: Mejora la percepción global de bienestar, con un impacto positivo medible en escalas de calidad de vida como la PDQ39 y NMSS.
Beneficios específicos: Un hallazgo destacado es que Safinamida ha mostrado mejorar dominios clave como el interés y la motivación, impactando positivamente en síntomas complejos como la apatía y la fatiga.
Adicionalmente, el panel considera que el riesgo de síndrome serotoninérgico al combinar Safinamida con otros antidepresivos es bajo si se realiza una selección adecuada del paciente.
A diferencia del dolor, no existe un consenso claro sobre una dosis preferente para el manejo de los síntomas anímicos. La experiencia del panel y los estudios revisados no muestran diferencias significativas entre 50 mg y 100 mg para este fin. La elección de la dosis depende de factores como la tolerancia del paciente y las comorbilidades. Se mencionó que el efecto glutamatérgico, relevante para la modulación del ánimo, parece iniciar desde la dosis de 50 mg.